La mayoría de los colchones, ya sean de media o de alta calidad ofrecen una garantía de fabricante entorno los 7 a 10 años. También dependiendo del material del colchón, látex, viscoelástica...
Aunque no sólo depende de esa garantía, los cuidados que realicemos a nuestro colchón afectaran a su duración y también al confort a la hora de dormir.
Uno de los cuidados más básicos y que menos esfuerzo conlleva es la utilización de fundas protectoras. Dichas fundes deben ser elásticas y traspirables, evitando lo máximo posible las fundas plastificadas ya que no dejan transpirar correctamente.
Airear la cama y la habitación cada mañana aunque sea durante unos 20 o 30 minutos.
Ocasionalmente aspirar el colchón. Muchos aspiradores tienen una boquillas específica para tapicería.
Girar el colchón siguiendo las instrucciones de la marca o fabricante. Esto sirve para evitar deformaciones y hundimientos en la superficie del colchón. Un buen intervalo de Volteo del colchón es cada 3 meses.
En el caso de tener que limpiar la superficie del colchón utilizar jabón neutro con agua templada para evitar manchurrones, después dejar secar al sol.
Utilizar el soporte adecuado, dependiendo del material del colchón, es crucial a la hora de mantener en buen estado el colchón, por ejemplo los colchones de látex necesitan traspirar mucho más que otros materiales como la espuma, por eso necesitan como base un somier de lamas que permita una perfecta transpiración.
Es muy importante mantener el dormitorio con un índice de humedad más bajo, ya que muchos colchones pueden producir moho. En el mercado podemos encontrar muchos deshumidificadores clásicos o eléctricos. Ambos absorben la humedad del ambiente alargando la vida de tu colchón.